Historia

Al abordar el tema de la expansión del cristianismo en tierras venecianas y la organización de la Iglesia, no es posible ignorar la organización civil que la dominación romana había impreso en el territorio. La romanización del territorio cisalpino oriental se inició a principios del siglo II. En el año 181 aC los romanos, en el sitio de un antiguo centro de asentamiento, fundaron la colonia de Aquileia como lugar fortificado con el propósito de defender a las poblaciones locales de las hordas de gallos que en 186 habían descendido al valle del Po. Se inició una especie de protectorado que absorbería lentamente el territorio hacia los dominios de Roma. Para facilitar las conexiones terrestres con la nueva colonia y establecer su control sobre el territorio, los romanos crearon una red de carreteras bien organizada. En el año 175 a. C., el cónsul Marco Emilio Lepido trazó la primera ruta de comunicación importante, que conectaba Bolonia con Aquileia. La nueva ruta permitió el tránsito rápido de contingentes militares en la colonia fronteriza. La "vía Postumia", del nombre del cónsul Spurius Postumio Albino que marcó la ruta en el 148 aC, partía de Aquileia para llegar a Génova. La construcción de la "via Annia" que partía de Adria, pasaba por Padua y llegaba a Aquileia también fue en esos años. A la densa red de conexiones terrestres se agregó un trabajo capilar de organización y división del territorio a través de la centuriación, con el fin de distribuir la tierra a los veteranos y mejorar la explotación agrícola. Paralelamente a la reorganización del territorio, durante el primer siglo. AC se llevó a cabo una reestructuración de los principales núcleos urbanos que tomó la apariencia de ciudades romanas;
a esta obra correspondió la concesión de la ciudadanía romana y por tanto la introducción de magistraturas romanas específicas. Fue en el año 49 a.C. cuando la lex Roscia otorgó la ciudadanía romana a los territorios cisalpinos y, por tanto, las ciudades asumieron el papel de municipios. Cuando el emperador Augusto tomó la decisión de organizar Italia en once regiones, los territorios del este de Cisalpina formaron la X Regio. Los límites de la región estaban marcados por la cadena de los Alpes al norte, el curso del Po al sur, el río Oglio al oeste y el río Arsia al este;
la X Regio incluía así la península de Istria, las regiones actuales de Friuli-Venezia Giulia, Veneto, Trentino-Alto Adige y Lombardía oriental.