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Región eclesiástica de Campania
Historia
Definir las fases originales de las diócesis de Campania, que en época romana nunca constituyeron una realidad polÃticamente homogénea y cuyos lÃmites geográficos fueron indefinidos durante mucho tiempo, es muy problemático, porque la evidencia es insuficiente o de dudosa fiabilidad. Mientras tanto, la discusión sobre la antigüedad de las distintas iglesias parece haber excluido definitivamente las indicaciones de quienes, especialmente en los siglos XVII, XVIII y XIX, dieron protagonismo a las historias locales y cronotaxis, en gran parte rapsódicas e incompletas, que remontan la fundación. de las circunscripciones de la época apostólica. Está claro, como ya ha indicado Filippo Lanzoni, que la mayorÃa de esas tradiciones fueron producidas por el intento de dar prestigio a la sede episcopal para fortalecer la función carismática (y por lo tanto doctrinal) de los obispos. Por lo tanto, los datos cronológicos y biográficos de algunos supuestos "primeros" obispos, que habrÃan sido confiados en las ciudades individuales directamente por Pedro, o por Pablo más raramente, en la mayorÃa de los casos, deben considerarse inseguros, si no francamente legendarios. Esta sección incluye, como ejemplo, Aspren de Nápoles, Fotino de Benevento, Prisco de Nocera (o de Capua), Simisio de Sessa Aurunca. Entre las controversias historiográficas más significativas se encuentra la supuesta presencia cristiana en las ciudades sepultadas por la erupción del Vesubio en el 79 d. C. el conocimiento actual no permite una respuesta definitiva y cualquier solución dada a la vexata quaestio, negativa o positiva, incluye toda una secuencia de cuestiones y desarrollos muy complejos. AsÃ, la hipótesis de quienes en el nombre de Béryllos, pintada en griego en una pared de la villa de Poppea, en Oplontis (Torre Annunziata), vieron el monograma de Cristo obtuvo sólo un débil eco; igualmente, una de las pruebas consideradas entre las más significativas para responder afirmativamente a la pregunta, la llamada "Cruz" de Herculano, fue desmentida por el descubrimiento, en una rústica villa de Boscoreale del siglo I. Siglo aC-I. D. C., de estanterÃas de madera cuyo desprendimiento de las paredes resaltaba un signo cruciforme parecido al de la casa del "Bicentenario", por lo tanto completamente ajeno al sÃmbolo cristiano. Las disputas sobre la autorÃa cristiana del llamado "cuadrado mágico", la inscripción boustrofédica hallada en una pared del gran gimnasio de Pompeya, que contendrÃa el anagrama del Pater, y el epÃgrafe hallado en 1862, también en Pompeya, en el muro del atrio del presunto "Hotel de los Cristianos", que tendrÃa la palabra christianos.

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