La boda mística de Santa Catalina de Siena (Lazio)

Archicofradía de Santa Catalina de Siena

La boda mística de santa Catalina de Siena representa un ejemplo particular del paso entre el incomparable “barroco” romano y el clasicismo en avance. El cuadro, obra del pintor Gaetano Lapis, fue encargado y ejecutado con el fin de adornar la nueva Iglesia de la Archicofradía, construida entre 1767 y 1775 e inaugurada a finales de ese Año Santo. Representa con gran sensibilidad pictórica uno de los momentos fundamentales de la vida mística de la santa sienesa. Catalina había desarrollado en su alma joven, después del voto de virginidad con el que se había ofrecido a Dios, el santo deseo de obtener el don de la "perfección de la virtud de la fe". Como cuenta la Legenda Mayor, la biografía del Santo, de Beato Raimondo da Capua, su confesor, la Virgen buscó «con oraciones y ayunos el rostro del Esposo eterno […]. Así, el Señor, en los días próximos a la Cuaresma, se le apareció para decirle: “Te casaré conmigo en la fe” ». El cuadro de Lapis narra hábilmente este "hecho místico", haciendo emerger plásticamente todas las figuras del campo - en primer plano, a plena luz, Cristo y Catalina - a través de las armoniosas secuencias que surgen de una perfecta modulación de los planos cromáticos: todos son huellas de un rápido acercamiento a los cánones del neoclasicismo, en armonía con la arquitectura de la Iglesia. Y el hermoso marco dorado que adorna el lienzo, sostenido por palmas entrelazadas y dominado por una gloria de querubines, parece querer celebrar solemnemente la "boda mística".